EL SENTIDO DE «LA MAYORIA»

Al momento de escribir este post se caba de consumar la primera acciòn que da sentido a la tan mentada ruptura de la mayorìa absoluta oficialista consumada el 10 de diciembre pasado. Sòlo TN transmitiò en su totalidad la conferencia de prensa que reunio las altisonantes palabras de Lilita, Felipe y Federico. Juicio polìtico a Anibal Fernandez, ya! y una advertencia mayor: «Lo del jefe de gabinete es algo consumado, lo de la Presidente se puede revertir, pero vamos a estar atentos», lo de Lilita fue claro, porque vuelve a estar en el lugar que la llevo a esa gloria popular que ella se encargo de destrozar cuando dejò la gula tradicional al optar por la gula de poder y se quedò sola, vociferando escalofriàntes pronòsticos que jamàs ocurrìan.
«La mayorìa opositora» sirve en realidad para estas cosas. Esa era la idea inicial…obstruir y amenazar. 129 votos se necesitan para destituir a las autoridades del ejecutivo (mayorìa absoluta en tèrminos especìficos) y, despuès de las ùltimas elecciones, el arco opositor en su conjunto, alcanza ese nùmero.
De todos modos, hay que analizar a los actores, su historia, sus constumbres y sus estrategias ya arrojadas sobre el tapate de manera explìcita desde hace un tiempo. El pedido esta firmado por los jefes de bloque del PRO, la UCR, el Peronismo Federal y la Coaliciòn Cìvica. No hay aùn pronunciamiento de las fuerzas progresistas (de Stolbizer a Sabatella, pasando por el SI y Proyecto Sur entre otras fuerzas menores que cobran vital importancia en encrucijadas como esta) que, aùn en la vereda opuesta al gobierno nacional no suelen comulgar con este tipo de estrategias.
Todo se verà despuès de la reuniòn que por estas horas intentarà trabar consenso en torno a este primer objetivo de «la nueva mayorìa»: la cabeza del primer Fernandez.